
Muchas personas creen que ya conocen su composición corporal porque han usado una máquina InBody o similar en el gimnasio. Pero hay algo que no te están contando: Los datos que recibes de estas básculas pueden tener márgenes de error muy elevados si los comparamos con los resultados de los escáneres DEXA.
En este artículo vamos a explicarte por qué no es lo mismo, cómo funcionan realmente estas tecnologías y qué deberías tener en cuenta si estás tomando decisiones de salud o entrenamiento basándote en estos datos.
Las máquinas InBody utilizan una técnica llamada bioimpedancia eléctrica. En términos simples, lanzan una pequeña corriente eléctrica por tu cuerpo para estimar cuánta grasa, agua y músculo tienes, basándose en la resistencia que ofrece tu tejido.
El problema es que esta estimación depende de muchos factores que no tienen nada que ver con tu cuerpo real:
El escáner DEXA (como el que usamos en TIVEN) no estima: mide. Utiliza rayos X de baja intensidad para escanear tu cuerpo completo y ofrecer una medición clínica precisa de:
Es la misma tecnología que se usa en hospitales para diagnosticar osteopenia, osteoporosis, sarcopenia, obesidad sarcopénica o seguimiento de otras patologías.
Estudios publicados en revistas científicas demuestran que la bioimpedancia puede tener márgenes de error muy elevados con respecto al DEXA, especialmente en personas con poca masa muscular, sobrepeso, deshidratación o retención de líquidos.
El DEXA tiene un margen de error inferior al 2%, y es considerado el gold standard por instituciones como la FDA, la OMS o el American College of Sports Medicine.
Porque es barato, rápido y no requiere formación.
Pero eso no significa que sea fiable.
Muchos gimnasios lo usan como reclamo comercial o para “monitorizar el progreso” sin decirte que los datos pueden cambiar por razones totalmente ajenas a tu entrenamiento.
Si estás invirtiendo tiempo, esfuerzo y dinero en mejorar tu cuerpo, mereces saber si estás progresando de verdad.
Con TIVEN y la tecnología DEXA, puedes ver si estás ganando músculo, perdiendo grasa, corrigiendo asimetrías o reduciendo riesgos metabólicos. Sin estimaciones. Con evidencia.
Compárala con una prueba clínica real.
Hazte un TIVEN. Descubre cómo está tu cuerpo de verdad.

